Dolls


Milan Records 2002 CD (3259119298021)
Movie Film release: 2002
 

Subscribe now!

Stay better informed and get access to collectors info!





 

# Track   Duration
1.Sakura4:40
2.Pure White2:48
3.Mad4:55
4.Feel4:58
5.Dolls4:12
 21:33
Submit your review Hide reviews in other languages

 

Dolls - 06/10 - Review of Oscar Flores, submitted at (Spanish)
Takeshi Kitano crea un espectáculo cinematográfico de gran estilo artístico en la película del 2002, Muñecas. Las tres historias mostradas en la película pueden ser descritas como trágicas y manipuladoras; de ahí el título que se refiere a las actuaciones de burnaku — obra de tipo teatral popular en la cultura japonesa. Aunque Kitano maneja las historias a un ritmo muy lento, su metódico estudio de los personajes enriquecen lo visto por los espectadores. Por lo tanto, existe una mejor apreciación por su libreto y por lo visual. Sin embargo, a veces el diálogo es tedioso y seco, falto de acompañamiento musical en algunas de las escenas más evocadoras de la cinta. Comprendemos que Kitano espera que el recibimiento y elogio de su proyecto sea a través de la fantástica actuación y guión — no a través de la música — lo que genera que la partitura compuesta por Joe Hisaishi sea muy minimalista y muy corta en duración. Hisaishi, por supuesto, un renombrado compositor del cine japonés con bastante créditos y premios a su nombre, crea una banda sonora algo efectiva que toma prestado elementos de diversos géneros musicales. En última instancia, está lejos de ser una obra maestra musical, ayudando al filme sólo cuando se le solicita, pero nunca creando una meritoria identidad independiente.

Sakura comienza la primera pista con elementos electrónicos que giran en torno a las armonías melodramáticas, incluyendo un coro sintético, llegando eventualmente a un tema bastante corto al minuto y diecinueve segundos de duración. La música parece deambular alrededor de tres notas, algo que nunca se concreta en definitiva. Además, el tema anterior es utilizado en diferentes variaciones, el cual es más evidente hacia el final de la pista. "Pure White" y "Mad" continúan de manera muy lenta con un sonido de piano eléctrico acompañado de un fondo lógicamente creado con sintetizadores. Las armonías y acordes no se apartan demasiado de las presentadas en la primera pista, pero esta vez no hay temas acústicos u otros instantes memorables. Los elementos de sintetizador no hacen mucho musicalmente, a pesar de que algunos disminuyen la aridez de la película. Siguiendo estas pistas, "Feelness", comienza con una secuencia de piano alegre que, lamentablemente, carece de una sólida construcción y desarrollo polifónico. Un corto motivo musical de cinco notas domina la mayor parte de ésta, acompañado sólo por un muy rudimentario acompañamiento ejecutado con la mano izquierda en el piano.

Dolls es la última canción en el álbum y quizás la mejor de éste. Aunque el sonido continúa siendo electrónico, a partir de los dos minutos, Hisaishi ofrece destellos de lo que pudiese haber sido una muy superior banda sonora. Un elaborado cuadro musical, ayudado por una interpretación vocal de corta duración y un ritmo sutil pero efectivo, ofrecen al oyente una experiencia musical más agradable - finalmente dando la impresión de ser ensayada.

Al final, gran parte de la partitura suena como una improvisación musical sin ningún enfoque. Por breves momentos, un tema corto o alguna secuencia reconocible sale a resurgir, pero finalmente la utilización de abundantes texturas electrónicas sin un centro musical hacen que éstas solamente pueden ser apreciadas dentro de la cinta y no fuera. Algunos acordes y armonías son ciertamente agradables; sin embargo, uno se pregunta si en algún instante Hisaishi sale de su mundo teatral para adentrarse en el aspecto más sombrío de la película. Similar a la película, la música se mueve muy lentamente y nunca se logra ningún tipo de resolución. El uso excesivo de simples pasajes para piano cansan al oyente, y la falta de elementos orquestales crean una experiencia aún más monótona. Hisaishi demuestra su finura melódica en pocas ocasiones, ciertamente no lo suficiente para compensar por la pobre producción musical.
Dolls - 06/10 - Review of Oscar Flores, submitted at (English)
Takeshi Kitano creates a highly stylistic and artistic cinematic spectacle in the 2002 film, Dolls. The three stories portrayed in the movie can be described as tragic and manipulative; hence the title which relates to the popular Japanese performances of burnaku. Although Kitano pushes the stories at a very slow pace, he proves methodical when showing particular scenes to moviegoers. Thus, there exists better appreciation for both the script and imagery. However, at times the dialogue is long and dry, with little music accompanying some of the most evocative moments. Understandably, Kitano looks and hopes to engage the viewer through the fantastic acting and very powerful script — not through the music — so the score composed by Joe Hisaishi is very minimalistic and very short in duration. Hisaishi, of course, a renowned japanese film composer with abundant credits and awards under his belt, still manages to provide an effective score that borrows elements from various music genres. Ultimately, this score is far from being a musical masterpiece; managing to help the film in the instances needed but never creating a separate worthwhile identity.

Sakura begins the first track with electronic elements that revolve around melodramatic harmonies, including a distinct synthesized choir, eventually leading to a short theme at 1:19. The music appears to wander around a three-note phrase that never materializes. Furthermore, the theme presented earlier is utilized again in different variations, making it more apparent towards the end of the track. “Pure White” and “Mad” follow with a very slow electric piano performance accompanied by electronic pads. The harmonies and chords do not deviate too much from the ones heard in the first track, but this time there are no audible themes or motifs. The sweeping pads and high-pitched synthesizer sounds do not do much musically, even though they lessen some of the dryness of the film. Following these tracks is “Feelness,” which begins with a cheerful piano sequence that unfortunately lacks a solid musical construction and development. A five-note motif dominates most of the track, accompanied only by a very rudimentary gliding set of left-hand notes.

Dolls is the final track in the album and perhaps the better one out of the whole. The electronic pads continue to dominate the soundscape for the better part; yet, starting at 2:00, Hisaishi provides glimpses of what could have been a much better score. A well crafted four-note motif, aided by a short lived vocal performance and a subtle but effective rhythm, offer the listener a more enjoyable musical experience — one that seems complete and rehearsed.

In the end, much of the score by Hisaishi sounds like an improvised performance with little musical focus. For brief moments, a short theme or recognizable motif surfaces, but eventually the music drifts towards electronic textures that fill voids inside the film, not outside. The chord progressions and harmonies are certainly pleasant; nevertheless, one wonders whether Hisaishi ever leaves the theatrical realm to enter the more gloomy aspect of the film. Similar to the movie, the music moves very slowly and never achieves any sort of climatic resolution. The overuse of simplistic note-for-note piano passages eventually tire the listener, and having almost no live elements make the listening experience even more monotonous. Hisaishi does offer some short moments of musical finesse, but not enough to compensate for the other less than dazzling musical executions.

Other releases of Dolls (2002):

Dolls (2002)
Dolls (2005)
Dolls (2016)


Report a fault or send us additional info!: Log on

 



More