Milk es una película biográfica acerca de un político estadounidense, del primer activista gay electo a un cargo público en California. Luego de feroces campañas, el movimiento gay liderado por Harvey Milk, se impone ante las iniciativas antigays que proponen un sustancial recorte de los derechos civiles y laborales de los homosexuales. En 1977, valiéndose de su creciente popularidad, logra reunir la cantidad de votantes como para ocupar el puesto de supervisor municipal.
El director Gus Van Sant (Mi mundo privado, Elefante, Paranoid Park), elige entrar rápidamente y sin pudor en la intimidad de Harvey Milk (impecable interpretación de Sean Penn) de tal modo que la temática gay, a pocos minutos de film, ya no nos llama la atención, al tiempo que nos enfoca, sin obstáculos, en la lucha política y en la problemática humana. El realizador se sirve de imágenes de archivo mezcladas con recreaciones de época, grabaciones pseudo amateur, fotografías, cámaras subjetivas, primeros planos, cámara fija, cámara en mano, etc. y por lo general domina el sonido ambiente por sobre la música.
Para el músico, esta película es un problema. Hay una realidad, dada la estética de la película, ésta funciona perfectamente sin música, es efectiva con el sonido ambiente, de modo que cualquier sonido ajeno tiende a perturbarla. Danny Elfman resuelve este desafío astutamente, aparenta mantenerse al margen de la escena. Desde el principio nos da señales de ello: los títulos se despliegan sobre un documental, son imágenes de archivo, en blanco y negro, del allanamiento de un bar gay, en el cual vemos a la policía haciéndose de varios detenidos.
La música es un tema modal (Sol mixolidio), discretamente rítmico, bastante neutro y amable, instrumentado con piano, cuerdas graves, mechadas con algunas frases, que suenan alternativamente y desde lejos, de una trompeta aguda asordinada y de un saxo. Trasnscurridos dos tercios de los créditos, mientras que en el documental no apreciamos ningún acontecimiento que lo justifique se produce el cambio a otro tema musical, con carácter orquestal, con una melodía tonal (Si mayor), armonizada, muy definida y levemente heroica. Este cambio, para el distraído le sonará a una modulación, o en su defecto, a una preparación para la primera escena de la película. Como modulación es improbable, varía demasiado el arreglo y como preparación es extensa. Con esto, Danny Elfman nos está anticipando y advirtiendo que no esperemos grandes acentos musicales acompañando las manifestaciones ciclotímicas de cada escena, que por el contrario, durante toda la pelicula se mantendrá moderado, al margen. Claro, como hemos dicho, esto es una astuta apariencia: no hay ningún tema suficientemente heroico, triunfal, romántico, sensual, dulce, triste o trágico. Sin embargo apreciaremos todos estos atributos simultáneamente en cada uno de los temas, con una moderada preponderancia hacia algún matiz.