Hijo de Alfred Newman, hermano de Thomas Newman y primo de Randy Newman. Además Presidente de la Sociedad de Música Cinematográfica de Estados Unidos. Simple, en apariencia, pero muy significativo para situar la figura del compositor David Newman.
Desde 1984, con el cortometraje de Tim Burton 'Frankenweenie', la filmografía del músico nacido en Los Ángeles recorre casi toda la paleta de géneros, siendo un buen ejemplo de composiciones pulidas y profesionales. Pese a situarse quizás un peldaño por debajo de sus familiares, al menos desde el punto de vista mediático, Newman puede ser considerado un autor de referencia como instaurador e impulsor del clasicismo que su padre desarrolló en las décadas de los 50 y 60, especialmente.
Su última banda sonora editada corresponde a la producción germana 'Tarzán', enémisa versión de la clásica historia de Edgar Rice Burroughs en esta ocasión realizada por Reinhard Klooss, y que ha cosechado innumerables críticas negativas. Pese a la irregularidad de la película, la creación de Newman parece olvidarse de la mayor o menor calidad de la producción para centrarse en la historia en sí, tal y como hiciera hace cuatro años con su anterior colaboración con el director alemán: 'Animals united'. Moviéndose como pez en el agua gracias a su dilatada experiencia en el cine familiar y de aventuras ('La tostadora valiente', 'PatoAventuras', 'El viaje alucinante de Bill & Ted', 'The Phantom', 'Matilda', 'Los Picapiedra', 'Anastasia', '102 Dálmatas', 'Dr. Doolittle 2', 'Ice Age', 'Scooby Doo'), el compositor angelino dibuja una línea temática de clara inspiración clásica que se beneficia de unas orquestaciones imponentes a cargo de Max Knoth y Florian Tessloff, pero con la suficiente carga de creatividad como para considerar a su Tarzán una obra de dimensiones épicas.
Lo mejor: el carácter académico de todo el score.
Lo peor: un cierto temor al riesgo.