El cine épico que tiene a Egipto como marco principal puede presumir de bandas sonoras de auténtico lujo como 'Sinuhé, el egipcio' (Bernard Herrmann y Alfred Newman), 'Tierra de faraones' (Dimitri Tiomkin), 'Cleopatra' (Alex North), 'El valle de los reyes' (Miklós Rózsa), 'Marco Antonio y Cleopatra' (John Scott), 'Los Diez Mandamientos' (Elmer Bernstein), 'Muerte en el Nilo' (Nino Rota), 'Stargate' (David Arnold), 'La momia' (Jerry Goldsmith) o incluso 'En busca del Arca Perdida' (John Williams). Todos ellos son scores que sobresalen por su tono solemne y clásico, llegando incluso a poder ser considerados como referentes de la música cinematográfica. Ahora nos llega una nueva aventura egipcia de la mano del director de 'Yo robot' Alex Proyas: 'Dioses de Egipto'. Largometraje que mezcla el género de aventuras con el fantástico que ha sido masacrado por la crítica en su estreno americano, y al que, además, el público le ha dado la espalda. La partitura corre a cargo del casi siempre solvente compositor Marco Beltrami, quien retoma su espíritu sinfónico de obras anteriores como 'Mimic', 'Hellboy' o 'El vuelo del Fénix'. En esta ocasión se decanta por la evidente línea melódica tradicional, que protagoniza los temas centrales de la partitura y que profundizan en el componente pomposo y épico, reforzado por la inestimable ayuda de seis orquestadores. Y aunque el score peque en no pocos momentos de ostentoso, su tono enérgico y de innegable espectacularidad hace de él un ejemplo perfecto de banda sonora cuyo sentido de lo clásico acaba por ser su principal aliado.
Lo mejor: el inusitado esfuerzo de Beltrami
Lo peor: el ocasiones resulta una obra aparatosa.