Star Wars: The Force Awakens

Pocas bandas sonoras han generado tanta expectación como la última aventura de John Williams 'Star Wars: El despertar de la Fuerza'. Tras 'La ladrona de libros', el maestro neoyorquino retorna al universo de la saga más emblemática de la historia del cine por la puerta grande. A sus 83 años (y muy cercano de los 84) nos regala un score de sorprendente frescura y vitalidad que no descansa precisamente en cimientos acomodadizos, sino que se afirma como obra que aúna con gran solvencia madurez y vehemencia. Y es precisamente este apasionamiento el que seduce al feliz oyente desde sus primeros compases, esos que nos transportan al tema icónico de la saga, prólogo impetuoso de una obra llena de momentos excepcionales.
Quizás el aficionado eche en falta motivos melódicos más memorables, pero Williams hace tiempo que en sus creaciones ha dejado, en mayor o menor medida, la temática de fácil retentiva y se ha decantado por la que se sumerge con mayor calado en el devenir de las historias que describe. En 'El despertar de la Fuerza' ha compuesto nuevos temas que quizás no pasarán a la historia por resultar llamativos ('Rey's theme', 'March of the Resistance' son los más evidentes ejemplos), aunque sí resultan muy efectivos. Sin embargo, donde Williams sobresale y sorprende es, por un lado, en la parte incidental, de increíble vigor, perfecto acompañante a una acción que parece depender en todo momento de su presencia, y por otro, en los arreglos de los temas tradicionales, modelos de lo que debe ser una adaptación musical al más puro estilo clásico.

Lo mejor: los arreglos de los temas de la saga original.
Lo peor: que la edición discográfica sólo tenga un CD.